Fuente de Onofrio de Dubrovnik

A mediados del siglo XV, la República de Ragusa gozaba de una economía en auge y era uno de los principales puertos comerciales del Mediterráneo. Sin embargo, la ciudad no contaba con sistema de agua potable. En 1438, el arquitecto Onofrio della Cava, nacido en Nápoles, recibió el importante encargo de llevar el agua a las calles de Dubrovnik.

Onofrio diseñó un acueducto que comunicaba el río cercano de Dubrovacka con el interior de la ciudad amurallada. De esta forma, el agua emanaba de una gran fuente poligonal de 16 caras. Una de las ideas más brillantes de Onofrio fue decorar cada una de las caras con diferentes máscaras de cuya boca emanaba el agua.

Este arquitecto napolitano dejó otro monumento en Dubrovnik, una pequeña fuente junto al Palacio del Rector. Desde entonces, la fuente principal pasó a denominarse la Gran Fuerte de Onofrio.  

Destrucción de la fuente

Tras el terremoto de 1667, que marcó un antes y un después en la historia de Dubrovnik, la Gran Fuente de Onofrio tuvo que ser reconstruida casi en su totalidad. Solo se conservaron sus características máscaras, que siguen siendo las originales.

Varios siglos después, durante los bombardeos de la Guerra de la Independencia de Croacia, la Gran Fuente de Onofrio resultó nuevamente dañada. Hoy solo queda en pie uno de los 16 perros que coronaban cada cara.

La Fuente de Onofrio en la actualidad

Hoy en día, la Gran Fuente de Onofrio es el principal punto de encuentro en Dubrovnik. Además, el agua de la fuente es potable, por lo que podréis rellenar vuestras botellas o refrescaros en verano.

Desde las murallas de Dubrovnik podréis apreciar la magnitud de la fuente y el óculo que decora la cúpula de ladrillo.